A veces, entrar en un centro educativo, sea del tipo que sea (escuela infantil, colegio, instituto, universidad…), es como hacerlo en el túnel del tiempo, parece que los años no hayan pasado. Prácticamente todo se mantiene inalterable: instalaciones, organización, metodologías, recursos didácticos, etc.
Sin embargo, fuera de esas paredes, sucede todo lo contrario: el entorno y las personas se encuentran en constante evolución, posiblemente y entre otras cosas, como consecuencia de la irrupción de la tecnología y la innovación a nuestras vidas.
¿Y por qué, en vez de seguir formando a los alumnos del mismo modo que décadas atrás, no aprovechamos y traspasamos todo eso al ámbito educativo?
Aunque muy poco a poco, la tecnología parece estar abriéndose paso en el área de la Educación, favoreciendo así la digitalización del sector. Ahora bien, la tecnología por sí sola no puede clasificarse como algo bueno o beneficioso para el aprendizaje de los estudiantes.
Para que el uso de la tecnología contribuya y lo haga de una manera positiva, lo cierto es que centros educativos y educadores deben poner de su parte y ver cómo implementarla correctamente en el aula a través de las metodologías didácticas más adecuadas.
Por ello, hemos querido recopilar algunas de las tendencias educativas que pensamos podrían contribuir a esta tarea:
Atrás quedó lo de impartir clase de una forma única y generalizada. Ahora, gracias a la tecnología y a las herramientas que esta trae consigo, una educación personalizada es viable.
Bien empleadas, las plataformas educativas virtuales pueden aportar numerosos beneficios que contribuyan a esta tendencia educativa. Algunos de ellos son: flexibilidad en el modo de organizarse las horas de estudio; acceso ilimitado a la nube, donde el alumnado encontrará todos los recursos didácticos y que podrá descargarse y/o visualizar siempre que le haga falta; un chat que posibilite la comunicación estudiante-docente a tiempo real; o, incluso, informes con datos y estadísticas sobre el progreso de cada alumno, lo que permite al profesor hacer un mayor seguimiento y saber cuándo es más necesaria su ayuda u orientación.
Las redes sociales, los campus virtuales o las comunidades de usuarios, por poner algunos ejemplos, son herramientas que no solo permiten fomentar el aprendizaje, sino que también posibilitan la interacción entre personas e, incluso, la creación de vínculos entre aquellos que tienen intereses similares.
Porque hay una cosa que no podemos pasar por alto: somos seres tecnológicos, pero también sociables.
Esta, además de ser una tendencia educativa, supone un gran reto para las plataformas educativas virtuales. Cada vez son más las personas que utilizan el móvil para estudiar y, por tanto, la adaptación de sus interfaces a este tipo de dispositivos debería estar al caer si no quieren perder usuarios.
Esta tendencia educativa hace referencia a una formación cuyo objetivo es cubrir una necesidad concreta de los alumnos mediante lecciones breves, ya sea a través de redes sociales, clases online, aula virtual, etc. En cualquier caso, los estudiantes prefieren que el contenido sea claro y conciso, que no les resulte difícil de recordar y que puedan aplicar esos conocimientos, acto seguido, en su día a día.
Los videojuegos también son una de las tendencias educativas en auge para este 2020-2021. Incluirlos en las técnicas de clase y adaptarlos a los contenidos puede ayudar a desarrollar lo que se conocen como habilidades blandas, es decir, aquellas asociadas al comportamiento de una persona, sus relaciones sociales y el manejo de las emociones.
Otros recursos con los que conseguir esto mismo serían las dinámicas (individuales y/o de grupo), las actividades de role-playing y los juegos de scape room.
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En la Universidad Europea formamos a (futuros) profesores bajo los principios de una enseñanza innovadora, una en la que la unidireccionalidad a la hora de impartir las clases sea sustituida por una enseñanza basada en el trabajo colaborativo, el trabajo en equipo, favoreciendo que haya una mayor implicación por parte del alumnado en el proceso de aprendizaje.
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